"Y tú, ¿quién lo hubiera pensado? Agarraste la espada y me defendiste ¿En calidad de qué? ¿Por qué lo hiciste?"
No voy a negarlo: fue realmente extraño para mí. Nunca hubiese pensado que él utilizara la espada para protegerme de las sombras que me acechaban. Eso me ha puesto muy feliz ¡Realmente!
_ Gracias_ susurré con un dejo de asombro en la voz. Me miró. Nuestros ojos volvieron las miradas sobre la espada.
_ De nada.
De pronto, en algún lugar del bosque algunas ramas se rompieron bajo el peso de un humano. Miramos extrañados a nuestro alrededor. El Príncipe desde las ruinas, yo fuera de su límite. Una sombra apareció a la luz de mi antorcha. Una persona encapuchada caminaba a paso veloz hacia nosotros. En ese momento lo recordé: era un joven al que había conocido hacía poco tiempo, y con el que había hablado acostados los dos en el césped, al borde de un río.
Lo cierto era que me resultaba agradable charlar con él, y lo recordaba con cariño. Si embargo... ¿Por qué estaba allí? Justo en ese momento..
.
"Un jinete encapuchado se acercó a paso acelerado. Parecía buscarla. Debajo de la oscura capucha se ocultaban sus ojos... y también sus intenciones. Esta espada no es Excalibur, viajero, NANTE...
detente, no te hieras a ti mismo ¿es cierto que yo te busqué? podemos hacernos daño... podremos querernos tanto..."
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