Bienvenidos, La Princesse Ensorcelée

Sí, soy una chica llena de sueños, de vuelos y mariposas; sí, tal vez esté enamorada del amor mismo... y, como todos, soy reflejo del aire que respiran nuestros Dioses. Estoy entre dos mundos, dejando atrás mi niñez, estoy ante el velo de los misterios que invitan a crecer. Que el Anciano de los Día me ayude y me proteja en mi travesía mágica. Las mariposas llegarán pronto pronto con sus colores naranjas, amarillos, ocres y azules. El mundo es cada vez más maravilloso ¿Nunca creiste volar con las Hadas? Yo ya enfrenté el miedo con mi espada dorada, ¡Libérate! Hay sentimientos que nacen del Alma y yo quiero que me acompañes en mi Felicidad!!

jueves, 11 de marzo de 2010

Respuestas

Creí que marcaría un sendero. Di miles de vueltas en un círculo pequeño y cerrado, interrumpiéndome de vez en cuando para mirar a la nada. El tiempo pasaba. Me sentía nerviosa y algo nublaba mi mente, que se esforzaba por ponerse en blanco. No puede decirse que "se hizo la luz" pero en un momento tuve lo más parecido a una certeza. Dejé pasar unos segundos mirando la nada y empecé a caminar.
La noche ya caía negra sobre el bosque, y a lo lejos observé un cuadrado de luz. Caminé, caminé y caminé con el corazón dándome brincos en el pecho, hasta que llegué a la puerta. Golpee dos veces. Adentro escuché dos cubiertos caer sobre la madera entrechocándose y unos pasos apresurados. Se abrió la puerta y la luz me encegueció unos minutos. Cuando me acostumbré, vi su cara traspirada y expectante que me observaba. Sonreí.
_ Ya tengo la respuesta.
_ ¿Y?
_ Sí, quiero_ respondí radiante. El aspiró aire con una gran sonrisa en el rostro_ pero... debo partir, ahora. Tengo que solucionar unas cosas en mi Ciudad.
_ Pero... ¿Tan pronto?_ pareció desilusionarse un poco_ ¿Cuando volverás?
_ Espero no tardar más de un par de semanas...
_ Mmm... ya veo_ miró alrededor_ ¿no quieres que...?
_ Lo siento, prefiero encargarme sola_ le sonreí. Miró hacia las luces que, difuminadas por la niebla, brillaban en el horizonte. Escuché el ruido que hacían las ovejas y el canto de los grillos. Me miró pícaramente.
_ Ya es muy tarde. ¿No quieres pasar?
Dudé. Realmente no sabía que responder, pero creí que lo mejor sería ir un poco más despacio...
_ Verás.... quiero partir mañana y tengo que hablar con mi amiga y arreglar las cosas...
_ Ah, bueno, entonces... te voy a esperar.
_ Gracias_ me acerqué y agarrándolo del brazo le planté un beso en la mejilla. Sonrió feliz. Me fui corriendo antes de que pudiera ofrecerse a acompañarme. ¡Estaba realmente contenta!
Era una noche feliz, en la oscuridad profunda brillaban luces de colores. Bailaban los duendes en las cavernas brillantes, las hadas disfrutaban de un festín, y yo era feliz.

Para que la acompañe por los confines del mundo en viajes maravillosos, ha aparecido en su camino un ángel, llevando una espada de madera. Al fin, el caballero encapuchado se ha dejado la capa a un lado, y, aunque a veces le cueste llegar a su corazón, siempre luchará para verlo sonreír. Para que la haga sonreír. Como siempre y para siempre. Para llegar a ese mundo maravilloso, para conseguir sus alas, para seguir soñando, para soñar a su lado. Se está acabando una historia, este es el comienzo del fin... Ahora, otro cuento está comenzando, otra historia va naciendo, otra vez vamos corriendo por laberintos oscuros, y con la luz de sus ojos hacen que la oscuridad se esconda. Otra vez vamos corriendo, juntos y tomados de la mano.

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